Sinopsis:

De la tierra brota el hálito de vida que fecunda las montañas, las praderas y los ríos. Pero de ella también emana la corrupción y la inmundicia que marchitan los campos, que hacen aparecer sombras rojas entre las losetas. Y así, entre las flores podridas de la humanidad, Dios hace su cama decidido a mantener la duermevela. Y con el correr de los milenios constatamos que, en efecto, no ha querido (o no ha podido) despertar del todo. ¡Pero que alguien lo despierte!, clama una voz en este libro. Y mientras yace dormido, los infantes y las mujeres mueren sin reparos en este reino profano. Pero no en silencio, nunca en silencio. La articulación sonora, hilvanada con elocuencia por Alejandro Rodríguez, se vuelve un cántico de salvación, una voz íntima que crece como otro hálito de vida, una voz que aún puede rememorar la infancia, el amor y el erotismo que inundan todos los recovecos envilecidos de éste, nuestro único reino sobre la tierra.

Colección Intemperior: Poesía

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